La avena tanto su harina como el salvado contienen un tipo de fibra soluble muy especial que es capaz de reducir el colesterol malo o LDL, responsable del desarrollo de distintas enfermedades graves entre ellas ataques cardiacos.
Se recomienda consumir entre 5 y 10 gramos de fibra soluble al día para reducir el colesterol LDL, de acuerdo con la Clínica Mayo y para tener en cuenta una y media taza de avena contiene 6 g de fibra soluble. Los alimentos ricos en fibra soluble ayudan a
sentir una mayor sensación de saciedad a nivel digestivo, ya que se digieren lentamente y estabilizan el azúcar en la sangre, evitando los antojos de alimentos.La fruta fresca contiene fibra soluble, siendo las más ricas en ella los plátanos, las manzanas, peras, naranjas, toronjas y las ciruelas pasas. Los frutos son también ricos en antioxidantes y estos pueden ayudar a prevenir el engrosamiento de la cintura causada por el síndrome metabólico. La pectina se encuentra en los cítricos, bayas y frutas copas de los árboles, como en las manzanas, teniendo la capacidad de disminuir la cantidad de grasa absorbida.
El aceite de oliva virgen extra es el menos procesado y contiene antioxidantes que reducen el nivel de colesterol malo, por lo cual los especialistas recomiendan su consumo ante otros tipos de aceite.
El té verde reduce el colesterol malo y aumenta el colesterol bueno (HDL), de acuerdo con la Universidad de Maryland Medical Center, ya que contiene potentes antioxidantes llamados polifenoles que ayudan a mejorar diversos problemas de salud, incluyendo la aterosclerosis.
El té verde también sirve como una bebida excelente para controlar el peso corporal, según un estudio publicado en Fisiología y Comportamiento donde se informó que los sujetos que bebían té verde tuvieron un aumento del metabolismo y una mayor pérdida de peso en comparación con su contraparte que no tomó té.
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