La Dieta Mediterránea hoy considerada un “Patrimonio de la humanidad” por la UNESCO, representa una verdadera enemiga natural del colesterol ya que su composición a base de grasas saludables (mono insaturadas) tiene la capacidad bajar los niveles de colesterol malo o LDL e incrementar los niveles de colesterol bueno o HDL.
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Según los estudios llevados a cabo sobre los efectos de la dieta mediterránea sobre los niveles de colesterol, la adición de las grasas saludables contenidas en esta dieta y conocidas como “mono insaturadas” (MUFA) tienen la capacidad de reducir el colesterol malo en un 35 por ciento y aumentar el colesterol bueno o HDL en un
12,5 por ciento, el estudio fue publicado en “Canadian Medical Association Journal”.
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Los niveles bajos de HDL-C (c. bueno) y los niveles altos de colesterol LDL (c. malo) son un factor de riesgo determinante para la enfermedad cardiovascular. La adición de grasa mono insaturada (aceite de oliva) común en la dieta mediterránea ha demostrado ser un enfoque efectivo para elevar los niveles de colesterol bueno “HDL-C”.
El estudio incluyó a 24 pacientes entre los cuales 17 eran hombres y 7 mujeres posmenopáusicas, todos completaron una dieta muy baja en grasa saturada antes de ser asignado al azar a una dieta rica en ácidos grasos mono insaturados. Ambos grupos de pacientes fueron asignados a una dieta vegetariana específica que incluía la avena, la cebada, psyllium, berenjena, okra, soya, almendras y un esterol vegetal o margarina enriquecida.
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En el grupo consumidor de niveles altos de MUFA, los investigadores sustituyeron el 13 por ciento de las calorías de los carbohidratos con un aceite de girasol de alto contenido en grasas mono insaturadas, con la opción de un cambio parcial con aceite de aguacate.
Como resultado se encontraron reducciones significativas en los niveles de colesterol en la sangre durante el período de estudio que se extendió por dos meses. La sustitución del 13 por ciento del total de calorías de carbohidratos por grasas mono insaturadas resultó en un 12,5 por ciento de aumento de HDL-C durante las cuatro semanas, pero sin alterar la sustancial reducción de LDL-C, según los especialistas de la Clinica de Nutrición y Factores de Riesgo del Centro en el Hospital de St. Michael de Toronto Canadá.
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Otras estrategias naturales capaces de elevar el colesterol bueno o HDL-C son; el ejercicio y el consumo moderado de alcohol, así como la pérdida de peso y dejar de fumar. Como resultado final la incorporación de ácidos grasos mono insaturados aumentó el HDL-C y por lo tanto puede aumentar aún más el efecto cardo-protector natural de la dieta, afirman los especialistas.
