El Higado es un órgano muy importante, ya que es considerado
como el laboratorio del cuerpo, es un órgano muy robusto o fuerte que trabaja
sin descanso, pero cuando se desequilibra podemos atravesar por distintos
problemas de salud que muchas veces no los relacionamos, por ello conocer cuales
son los primeros síntomas con los cuales nuestro hígado nos avisa que necesita
ayuda, es muy importante.
Un hígado sano se traducen en vitalidad y buen animo, un hígado
enfermos por el contrario nos debilita y nos hace irritables, según la medicina
china como dato anecdótico el hígado es
el dueño de la ira, una emoción negativa
que aflora por los ojos, de hecho las personas que tienen problemas hepáticos,
por lo general según esta medicina milenaria, también tienen problemas visuales.
El hígado se encarga por sobre todas las cosas de purificar la
sangre de toxinas, ayuda a digerir los alimentos con sustancias tóxicas,
eliminándolas y absorber los nutrientes esenciales que el cuerpo necesita para
sobrevivir. Algunas personas nacen ya con problemas en el hígado, mientras que
otras lo dañan al exponerlos a productos químicos nocivos, ya sea por una
cuestión ambiental o por alimentos insalubres, así como sustancias de consumo
nocivas, por ejemplo el alcohol, que lo destruye literalmente en el tiempo,
además a estas situaciones se suman las secuelas de los virus.
Aquí les brindo los primeros signos o síntomas que nos indican
un hígado en problemas, para que los tengan muy en cuenta y así puedan tomar los
recaudos necesarios o tratamientos adecuados para protegerlo, ellos son;
-Cambios en la piel
Este es uno de los primeros síntomas que indican posibles
problemas hepáticos y son cambios repentinos en piel o dermis. Estamos hablando
por ejemplo de una decoloración por lo general de un tono amarillento,
incluyendo las uñas de las manos o las puntas de los dedos, que también adoptar
este color. Esto sucede por que el hígado no esta liberando las toxinas
correctamente fuera del cuerpo, entonces la bilirrubina una sustancia
amarillenta se empieza a acumular debajo de la piel. En un caso extremo cuando
toda la piel de cuerpo se pone amarilla, incluso los ojos, nos encontramos ante
una enfermedad que recibe el nombre de Ictericia.
-Hipersensibilidad o picazón
Continuando con la piel puede suceder que un área del cuerpo
presente una irritación o picazón espontanea que empeora progresivamente con el
tiempo. Por lo tanto tener la piel sensible al tacto o si se inflama con
facilidad después de rozarla, también podría ser una señal de problemas en el
hígado. En estos casos se recomienda tratar de mantener la piel hidratada para
aliviar cualquier malestar.
-Cambios en las heces y la orina
Cuando el hígado no funciona correctamente se pueden producir
cambios en las deposiciones y micciones, así por ejemplo en el caso de la orina
se puede tornar de un color oscuro, como sucede con la deshidratación, por ello
suele pasar desapercibido, pero si nos hidratamos y la orina sigue oscura, el
hígado puede estar en problemas. En lo que respecta a las heces, pueden
presentarse de color pálido, rojas o con sangre, así como también de color muy
oscuro, casi negro.
-Cambios en la zona abdominal
Este es un signo muy indicativo de problemas hepáticos, que
pueden comenzar con calambres o dolor en la parte baja del abdomen, que se
traducen posteriormente en una movilización de gases. Otro caso es la
acumulación de liquido dentro de la pared abdominal, condición que recibe el
nombre de; ascitis.
Cuando la acumulación es muy grande puede presionar los
pulmones afectando la capacidad respiratoria o sea nos quedamos sin aire.
-Sensación continua de cansancio
La sensación de debilidad, cansancio o fatiga cuando se instala
a diario o sea que se tornan de carácter crónico, también es una señal temprana
de un problema hepático, en otras palabra si cada día nos levantamos cansados
sin energía, nuestro hígado esta agotado. Esta sensación se debe a que cuando el
hígado no cumple con sus funciones el cuerpo trata de compensarlas y debe
trabajar muy duro para sobrevivir, utilizando toda su energía, que al final es
la que nos falta para desempeñarnos físicamente.
Es para tener muy en cuenta que si la debilidad general o
cansancio crónico se combina con otros de los síntomas mencionados
anteriormente, es indispensable acudir a un profesional de forma inmediata.